Correlimos común
Calidris alpina
El correlimos común es una especie bastante extendida por altas latitudes del hemisferio boreal, donde se ha diversificado notablemente, hasta el punto de que se han admitido hasta seis subespecies diferentes. Representantes de tres de dichas razas, procedentes de Siberia, Groenlandia y el norte de Europa, eligen las playas y humedales costeros de la Península, Baleares y Canarias para hacer escala en sus largas singladuras o para refugiarse durante el invierno.
Águila calzada
Hieraaetus pennatus
Las áreas forestales y parcialmente arboladas de nuestro país, en particular las regiones del centro y el oeste de la Península, cuentan con la mayor población europea de una rapaz viajera, de vuelo ágil y aspecto estilizado, que se alimenta sobre todo de aves medianas, conejos y lagartos. Se trata del águila calzada, un ave que puede presentar dos fases de coloración muy diferentes y que, al contrario que otras rapaces, parece mantener poblaciones estables o en ligero aumento.
Águila pescadora
Pandion haliaetus
Esta rapaz, estrictamente ligada al medio acuático y de alimentación exclusivamente piscívora, está muy extendida a nivel mundial, aunque en nuestro país es una de las aves de presa más escasas. A principios del siglo pasado, la especie se reproducía tanto en las costas peninsulares como en los archipiélagos canario y balear; pero desde hace bastantes décadas solo cría en estos últimos, aunque durante el paso puede citarse en muchos lugares, donde además inverna una pequeña población.
Silbón europeo
Anas penelope
Ampliamente distribuido por todo el norte de Eurasia, el silbón europeo es un ave exclusivamente invernante en nuestro país, donde se instala - con diferentes densidades - a lo largo de todo el litoral peninsular, en Baleares y, en menor medida, en Canarias, así como por numerosos humedales del interior. Se trata de un pato de mediano tamaño, con el cuello corto y el pico bastante pequeño, cuyos machos en plumaje nupcial presentan un vistoso diseño en el que destaca la cabeza de color castaño con la frente y el píleo amarillos.
Alimoche común
Neophron pernocterus
Antaño frecuente en los más variados rincones del territorio español, el alimoche ha sufrido como pocas especies un severo retroceso poblacional que, en unas décadas, ha dejado a la rapaz en una peligrosa situación. La pérdida de recursos alimentarios y una incomprensible persecución por parte de ganaderos y cazadores están en el origen del problema, sobre todo porque este mediano carroñero resulta particularmente sensible al efecto de los venenos ilegales, que están siendo sembrados últimamente en nuestros campos por unos pocos irresponsables.
Alcaudón común
Lanius senator
El alcaudón común es un ave propia de los paisajes mediterráneos abiertos con arbolado y matorrales dispersos, que alcanza sus mayores densidades en las dehesas de encinas y alcornoques del centro y oeste de la Península, donde se comporta como una especie estival. A pesar de tratarse de un ave relativamente común en numerosas regiones, sus poblaciones han experimentado durante las últimas décadas un cierto declive, como consecuencia de las transformaciones sufridas en el medio rural.
Ánsar común
Anser anser
Es el mayor de los gansos europeos y resulta bastante abundante en nuestro país durante el invierno. En esta época, los cielos de Villafáfila y la laguna de La Nava, las vegas del Guadiana y las marismas del Guadalquivir se ven surcados por multitud de geométricas escuadras de estas vocingleras y grandes aves, las cuales llegan a la Península tras un viaje de miles de kilómetros, huyendo de las bajísimas temperaturas que asolan sus áreas de cría en el norte de Europa.
Avoceta común
Recurvirostra avosetta
Esbelta, de patas largas y silueta elegante, la avoceta es una de nuestras limícolas más llamativas, tanto por su coloración como por el curioso pico que luce, uno de los pocos de entre todas las aves que se curvan hacia arriba. Pese a que se trata de una especie sedentaria en nuestro territorio, en España también recibimos un gran número de invernantes, que se instalan preferentemente en marismas, salinas y humedales costeros.
Buitre negro
Aegypius monachus
Las agrestes serranías del centro y el oeste de la Península, así como las ásperas sierras costeras de Mallorca, son el último refugio de una de las rapaces más sobresalientes de nuestra fauna: el buitre negro, un gigante de casi tres metros de envergadura que conserva en nuestro territorio sus mejores poblaciones de todo el mundo. Se trata de una especie estrictamente forestal que sitúa sus nidos en manchas de bosque mediterráneo y pinares.
Cigueña negra
Ciconia nigra
Es una de nuestras aves más emblemáticas y esquivas. A diferencia de su pariente la cigüeña blanca, la negra no nidifica en zonas próximas al hombre, sino en lugares recónditos de las sierras y bosques del cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, sobre roca o en árboles de gran porte.
La mayor parte de su población es estival, aunque un buen número de efectivos europeos atraviesa España durante su migración, y además existen núcleos invernantes en las marismas del Guadalquivir y en algunos embalses extremeños.
Cigüeñuela común
Himantopus himantopus
Uno de los sonidos más habituales de muchos de nuestros humedales es el repetitivo y penetrante grito emitido por unas aves zanquilargas, estilizadas y de tonos blanquinegros, que no dejan de reclamar y de volar en grupo cuando detectan la presencia de algún peligro. Son las limícolas más comunes y extendidas de nuestra fauna y, también, unas de las más vistosas: las cigüeñuelas comunes.
Chorlito dorado europeo
Pluvialis apricaria
Los extensos pastizales del suroeste peninsular, así como algunos humedades apropiados de la fachada atlántica, reciben todos los inviernos un notable contingente de unas limícolas de buen tamaño y formas redondeadas que se establecen entre nosotros hasta los inicios de la primavera. Se trata de chorlitos dorados, unas aves procedentes de la tundra del norte del continente que, anualmente, acuden a las templadas tierras del sur de Europa huyendo del frío.
Chorlitejo grande
Charadrius hiaticula
De las tres especies de chorlitejos habituales en nuestro territorio, el chorlitejo grande es la única que no se reproduce aquí, ya que se trata de un ave propia de las altas latitudes del hemisferio norte que aparece en las costas y humedales ibéricos exclusivamente en invierno, época en la que se instala tanto en el litoral mediterráneo como, muy especialmente, en las regiones bañadas por el Atlántico.
Espátula común
Platalea leucorodia
La espátula es una zancuda inconfundible por su gran tamaño, su color blanco y su costumbre de vadear los someros fondos de los humedales mientras rastrea el fango con su aplanado pico. España alberga algunas de las más importantes colonias de Europa occidental, que se refugian en
humedales costeros del oeste de Andalucía. Asimismo, pueden verse en los pasos migratorios ejemplares que recalan principalmente en los humedales costeros cántabro-atlánticos, como la ría de Guernica y las marismas de Santoña.
Combatiente
Philomachus pugnax
El combatiente es una limícola de bastante buen tamaño, difícil de distinguir de otras especies cercanas. Su rasgo más característico consiste en el
vistoso atuendo nupcial que lucen los machos, que se adornan con llamativas golas y penachos cefálicos de plumas, con los que, mediante posturas estereotipadas, danzas y movimientos de alas, se enfrentan a otros machos en interminables combates —de ahí el nombre de la especie—por las hembras.
Collalba gris
Oenanthe oenanthe
Este pequeño túrdido, de aspecto elegante y con un diseño de la cola muy llamativo y característico, se encuentra ampliamente distribuido por Europa
y Asia. En la Península Ibérica resulta común en la mitad norte, mientras que en la mitad sur se halla más localizado y se restringe a zonas de alta montaña. Es un habitante típico de espacios abiertos, donde puede observarse en todo tipo de medios deforestados: dunas, pastizales, roquedos, zonas de matorral bajo, etc.
Garza imperial
Ardea purpurea
Ave fundamentalmente estival en España, la garza imperial muestra hábitos coloniales a la hora de criar, aunque constituye agregaciones poco densas y casi siempre monoespecíficas. De coloración general vinosa y púrpura —a lo que hace referencia su nombre científico—, esta ardeida luce una elegante y estilizada silueta, tanto en vuelo como cuando permanece posada en la orilla de alguna charca, al amparo de la vegetación, a la espera de capturar alguna presa.
Lavandera boyera
Motacilla flava
Se trata de una de las aves españolas que muestra mayor variabilidad en el plumaje. Además de la raza ibérica, en nuestro país se ha detectado la presencia en paso de otras cinco subespecies más, así como de algunos híbridos. Tal complejidad constituye un ejemplo vivo del proceso evolutivo y de la formación de nuevas especies. Esta lavandera, distribuida durante la época de cría en cuatro núcleos, es la única estival en España. Su costumbre de asociarse al ganado vacuno le ha valido su nombre vernáculo.
Milano real
Milvus milvus
Nuestro país cuenta con una considerable población reproductora de esta mediana rapaz, de coloración rojiza, cola ahorquillada y vuelo extraordinariamente ágil, al tiempo que acoge un importante contingente invernante de aves europeas. A pesar de su aparente abundancia, la población de milano real ha experimentado un acusado descenso en los últimos años. Durante la invernada, esta rapaz de tendencias bastante carroñeras forma dormideros comunales situados en bosquetes o pequeños sotos fluviales.
Milano negro
Milvus migrans
Una de las rapaces más abundantes de toda Europa, el milano negro, es también una de las más oportunistas y adaptables, ya sea a la hora de reproducirse como en el momento de procurarse alimento. De hábitos bastante gregarios y tendencias decididamente carroñeras, el milano negro es capaz de explotar las más diversas fuentes de alimentación, desde las explosiones de insectos o topillos, hasta los animales atropellados en la carretera, sin olvidar la ingente cantidad de recursos que le ofrecen muladares, basureros, granjas y mataderos.
Mochuelo europeo
Athene noctua
La inconfundible silueta rechoncha del mochuelo recortándose al atardecer sobre un poste o un majano es todavía una de las imágenes más habituales y características de los ambientes agrarios españoles. Especie muy adaptable en lo que a la elección del hábitat y a su alimentación se refiere, este pequeño búho se extiende por la mayor parte de nuestro territorio, donde alcanza, en ocasiones, elevadas densidades —las más altas de todo el continente europeo—, a pesar de las negativas transformaciones sufridas últimamente por nuestros paisajes rurales.
Zarapito trinador
Numenius phaeopus
A lo largo de los últimos días del verano, las playas, estuarios y marismas de la Península Ibérica constituyen la parada obligada para muchas especies de aves viajeras procedentes de las altas y frías latitudes del norte de Europa o Asia. Entre estos viajeros se encuentra una de las limícolas más grandes y fácilmente identificables de nuestra fauna: el zarapito trinador, una especie relativamente común durante los pasos migratorios en los
humedales costeros y los litorales de la fachada cántabro-atlántica.
Petirrojo europeo
Erithacus rubecula
Uno de los pájaros más populares y fácilmente reconocibles, al que se distingue por su llamativa mancha anaranjada en el pecho, la garganta y la cara. En invierno resulta muy común en casi cualquier ambiente, incluyendo parques y jardines; pero en primavera cría preferentemente en parajes frescos. Es territorial, tanto en invierno como en verano, y muy a menudo suele dejarse ver entre los arbustos o en el suelo mientras busca insectos.
Nutria
Lutra lutra
Aunque no es un ave, es digno de mención la abundante presencia de nutrias en todo el entorno de la Presa de Portaje, tanto en la zona del embalse, como en la cola y en la isla de la reserva de aves de Torrejoncillo, lo que supone un claro indicador de la pureza del entorno y la calidad de sus aguas.